En nuestro país muchos perros y gatos han sido sacrificados de forma innecesaria por presentar problemas de conducta. A diferencia de los humanos, los animales no reciben a veces la oportunidad de gestionar emociones primarias como el miedo, la agresividad, la ansiedad, el estrés o la depresión.
Después de aplicar durante varios años las Flores de Bach a los animales, he constatado que responden al tratamiento con más rapidez que los seres humanos. Los animales viven las emociones de una forma más lineal, sin amplificación mental, sin análisis intelectual y sin necesidad de integrar o aceptar la emoción vivida. La sienten y la expresan en el momento, de forma plena e intensa.
Las Flores de Bach son cada vez más conocidas en el mundo de la veterinaria y de la educación canina, siendo cada vez más utilizadas por los profesionales de estos campos especialmente en aquellas situaciones donde hay que ayudar al animal a reducir su nivel de estrés.
El trabajo mostrado en el libro Manual de Flores de Bach aplicadas a los animales, abordado desde la figura del terapeuta floral, tiene como objetivo principal difundir la aplicación de los remedios florales al mundo animal tanto en los campos profesionales mencionados anteriormente, como entre los propietarios de animales, las protectoras y las diversas fundaciones que promueven la defensa de los animales abandonados y la adopción de los mismos.
Hay que destacar la gran labor que las Flores de Bach realizan en el animal adoptado, al facilitar la adaptación de éste a su nuevo hogar. Así se evitan "devoluciones" innecesarias.
El libro es una guía práctica de ayuda donde encontrar soluciones que resuelvan los problemas de conducta más frecuentes del mundo animal y mejorar así su convivencia y adaptación al mundo que les rodea (otros animales, bebés, niños, sus dueños, el entorno, etc.). Pero en ningún momento intenta suplir la labor del veterinario, del educador canino o del etólogo.
Cuando un animal presenta un problema de conducta, en primer lugar debemos ir al veterinario para descartar si alguna de las alteraciones en su comportamiento tiene su base en un problema físico. También debemos tener presente que, en cualquier terapia para tratar problemas de conducta, hay que considerar siempre qué parte de responsabilidad tienen los propietarios o el ambiente donde vive el animal en el comportamiento anómalo de éste. En este aspecto son primordiales las directrices de un etólogo o de un educador canino que enseñe a los propietarios a no humanizar los sentimientos de su animal y a discernir cuando un comportamiento, aunque molesto, forma parte de la naturaleza intrínseca del animal o cuando un comportamiento es patológico.
Finalmente quiero remarcar la necesidad de una estrecha colaboración entre veterinarios, educadores caninos y terapeutas florales para asegurar la correcta resolución de un problema de conducta animal.
Es un trastorno de comportamiento caracterizado por signos de angustia que se presenta cuando el perro está solo o separado del dueño.
Los signos que pueden observarse son entre otros: destrucción de muebles, ropa, paredes, puertas y utensilios (en este caso se trataría de conducta destructiva), ladridos incesantes, eliminación inadecuada (la ansiedad favorece la abertura de los esfínteres) y llantos recurrentes.
El comportamiento del animal suele ser diferente cuando está acompañado o cuando está solo. Este problema de conducta junto al de la agresividad suele ser una de las causas principales de abandono de un animal.
Los factores desencadenantes de este tipo de ansiedad pueden ser diversos. Entre los más importantes podemos citar:
En el tratamiento de la ansiedad por separación de un perro son importantes las directrices de un educador canino o un etólogo dirigidas, en primer lugar, a cambiar ciertos hábitos en el animal y, en segundo lugar y a veces más importante, a ayudar al propietario a que entienda que su animal no es un humano y que no debe tratarlo como tal si no quiere perpetuar la patología de ansiedad por separación.
También es necesario tratar con esencias florales al perro y si es posible a sus dueños, para reforzar así el trabajo por parte del profesional de la educación canina.
La fórmula floral que trata la ansiedad por separación tiene como objetivos principales rebajar el nivel de ansiedad y de estrés que el animal sufre frente a una situación de soledad, así como gestionar las manifestaciones físicas que derivan de ésta: hiperventilación, aceleración del ritmo cardíaco,... Es necesario también modularle la necesidad de estar siempre en compañía de alguien y su excesiva demanda de atención.
Mi experiencia en el tratamiento de la ansiedad por separación, me ha llevado a incluir también en la fórmula una esencia para tratar el miedo. Detrás de la ansiedad hay un componente importante de miedo que no siempre queda cubierto por la acción de las otras esencias.
Agrimony (ansiedad) + Impatiens (aceleración) + Sweet Chestnut (angustia extrema) + Vervain (sobreexcitación, hiperactividad) + White Chestnut (repetición) + Chicory (posesión) + Heather (demanda de atención) + Rock Rose (fobia)
En animales con un nivel de estrés alto hay que administrarles el Remedio de Rescate (emergencia) en lugar de Impatiens.
Ésta fórmula se administrará a razón de 4 gotas, 4-5-6 veces, dependiendo del nivel de ansiedad del animal y siempre que sea posible en aplicación directa.
Si a las 2-3 semanas de tratamiento, a una frecuencia mínima de 6 veces al día, el animal persiste en su problemática conductual, recomendamos añadir Rock Water (resistencia al cambio) y Chestnut Bud (aprendizaje) a su preparado, en substitución a Sweet Chestnut. Si la frecuencia de administración es más baja hay que esperar más tiempo.
El adiestrador canino y terapeuta floral Antonio Paramio ha descubierto que hay conductas inarmónicas para el animal y las personas que conviven con él que no son consecuencia de un problema de adaptación (Walnut), sino más bien de un problema de resistencia a los cambios (Rock Water) relacionado con pautas de conducta muy consolidadas debido a la edad y experiencia del animal. Si a eso le añadimos, según dice el propio Antonio Paramio, que los perros son bastante obsesivos-compulsivos en sus conductas y rutinas, se entiende claramente la necesidad de añadir esta esencia. Todo tratamiento tiene como objetivo conseguir un cambio conductual y para conseguirlo es necesario eliminar la resistencia a dicho cambio.
En una charla que impartí en Los Viernes Activos, una de las actividades gratuitas organizadas por SEDIBAC, Ricardo Orozco sugirió la idea de administrar la esencia Centaury (sometimiento y dependencia) para tratar este tipo de conducta. Hay seres humanos que acogen un perro en su hogar para cubrir sus propias carencias afectivas, induciendo en el animal una dependencia absoluta hacia ellos. Con el paso del tiempo esta dependencia exagerada puede convertirse en un problema de conducta. En la actualidad Centaury es una esencia que aún está en estudio en el tratamiento de este trastorno.
FLOBANA, loreen lurrinak ikertzeko eta hedatzeko sortutako elkartea da. 2005eko uztailan sortu zen eta Nafarroako Gobernuan ofizialki erregistratuta dago (5.151 zbk.)
Elkarte honen helburua ez da irabazi-asmoa, Edward Bach doktorearen (Bachen loreak) lore terapia eta beste lore lurrinen sistemak ikertu eta hedatzea baizik.
Las flores de Bach